Tahiti
A menudo subestimada por considerarse demasiado “desarrollada”, esta isla rara vez es el objetivo principal del viaje y normalmente se considera como entrada y salida del archipíelago.Sin embargo, constituye una perfecta conjunción de “modernidad urbana”, naturaleza virgen en su interior casi despoblado, lugares arqueológicos y los valores más auténticos de la Polinesia. Tiene una extensión de 650 kilómetros cuadrados con cimas tapizadas de densa vegetación que superan los 2000 metros y desde cuyas faldas bajan espectaculares saltos de agua y cascadas. Además cuenta con la mejor oferta comercial, de restauración, ocio nocturno y de turismo activo de las islas.La isla principal tiene un pequeño apéndice unido a ella por un estrecho istmo: Tahiti Iti, un verdadero paraíso natural menos desarrollado turísticamente y que acoge una de las mecas del surf del Pacífico, Teahupoo.Las playas de Tahiti son en su mayoría de arena negra volcánica. Papeete es el mayor puerto de escala del Pacífico Sur.